Ruta de la cerveza por las Ardenas francesas y belgas

Si os gusta la cerveza, esta ruta os encantará. En ella tendréis ocasión de probar las mejores cervezas y acercaros al lugar donde se fabrican, que en la mayoría de los casos veréis que son parajes idílicos con un plus de paz que os dejarán como nuevos. Vamos allà.

La Chimay Dorée solo la podréis tomar aquí

Volamos al aeropuerto de Bruselas Charleroi y allá alquilamos un coche. Nuestra primera parada, a unos 60 Km,  es la Abbaye de Scoumont, en Chimay, en el corazón de las Ardenas belgas. La Abadía data del 1850 y su entorno es muy relajante.  Aunque el recinto abacial no es visitable, sí lo es el pequeño cementerio de los monjes y los jardines por los que podemos pasear. Luego nos dirigimos al Espacio https://chimay.com/, a pocos metros,  donde hay un museo interactivo que explica con detalle la fabricación de la conocida cerveza y una tienda  muy tentadora. Justo al lado se encuentra el Auberge de Poteaupré donde comemos y probamos la Chimay Doreé que es la única de sus cervezas que no podremos encontrar en los supermercados ya que solo se puede probar aquí. Los quesos, elaborados con cerveza también estan buenísimos y el escabeche, plato típico, es muy recomendable.

Abbaye de Scoumont

La Chimay, fabricada en la Abadía de Scoumont, es una cerveza trapense. Esta denominación solo la tienen aquellas cervezas elaboradas en una abadía de la órden del Císter bajo la supervisión de los monjes. En todo el mundo hay once, de las cuales en Bélgica, podemos encontrar seis.

 

 

Haybes

Nuestra segunda visita será a la Microbraseria Le Clos Belle Rose, en el precioso pueblo de Haybes, perteneciente a Francia, a la región Champagne- Ardennes. Le http://www.le-clos-belle-rose.com/ es ante todo un alojamiento rural pero hace algún tiempo decidieron fabricar su propia cerveza. Todo muy casero. En cada tirada llenan unas 80 botellas pero ya gozan de un lugar destacado en el mundo cervecero e incluso albergan un festival de la cerveza en su propio recinto. El propietario, muy simpático, nos hace el mismo una visita privada que acaba con la degustación de sus dos cervezas principales, acompañadas de queso y embutidos de la región.  Si queréis ir podéis rellenar un formulario que tienen en su web para hacer la reserva. El precio es de 6,50 euros e incluye la visita y la cata.

Siguiente parada, Bouillon, una pequeña ciudad con un atractivo muy especial. Su vida transcurre alrededor del río Semois y recordando su heroe, Godefroy, caballero franco, capitán de la 1a cruzada y que se encuentra presente en todos los rincones del lugar. Aquí comemos en un restaurante emblemático de la ruta, La vielle Ardenne, de más de un siglo de vida, y probamos el plato típico, la trucha,  acompañada de la cerveza local, la Godrefroy, como no.

A media hora de Bouillon nos espera la segunda cerveza trapense, la Orval. Concretamente en la Abbaye http://www.orval.be/, el recinto de la cual sí se puede visitar.  El precio de la entrada es de 6 euros y se visita también la farmacia tradicional y el jardín de plantas aromáticas. Pero si queréis probar la cerveza os debéis dirigir a unos pocos metros de aquí, al restaurante http://www.alangegardien.be/ donde, a parte de la cerveza os recomiendo probar los quesos.

Nuestro próximo destino será la ciudad de Dinant, la más grande que visitaremos en esta ruta y la sede de la fábrica Leffe, en la Abadía del mismo nombre, una de las cervezas más populares  pero no la única. Probamos también la Croisette de Dinant y nos gustó mucho.

Desde Dinant nos escapamos a Purnode, a solo 8 Km, para conocer la Brasserie du Bocq que se puede visitar de forma guiada todos los días a las 14 h o a las 18h, con reserva, http://bocq.be/fr/. El precio de la visita, que dura 40′, es de 6,50 euros e incluye una degustación de la cerveza que os apetezca más. Es muy interesante para conocer como funciona una brasería, el proceso de fabricació, aparejos, ingredientes etc.

Brasserie du Bocq

Y hablando de braserías permitidme un inciso para explicaros una cosa que descubrí en este viaje. La palabra brasería (brasserie)  viene de brasseur, que a su vez proviene de bras (brazo) y alude al movimiento de brazo necesario para remenar la cerveza cuando se fabrica artesanalmente. En la actualidad la palabra brasserie hace referencia por una parte a los lugares donde se fabrica la cerveza y por otra a los lugares donde se consume.

En la Braserie du Bocq se fabrican diversos tipos de cerveza. Los más conocidos son La Blanche de Namur i la Gauloise. Una variedad de la Blanche de Namur es la Rosé que lleva frutos rojos. Yo soy muy fan de estas así que es la que escojo para la cata. Y no me arrepiento

Siguiente destinación, a por la tercera trapense. Nos llegamos ahora hasta Rochefort para probar in situ la que producen los monjes de la Abbaye de St-Rémy. La paz y el silencio que se desprende aquí es, de nuevo, muy relajante, http://www.abbaye-rochefort.be/. Lástima que no podemos catar la cerveza, debemos acudir a uno de los muchos bares del centro de la ciudad para degustarla juntamente con el queso. pero cuidado, la Rochefort es la que contiene más cantidad de alcohol de todas las trapenses. Así que mejor no pasarse.

La Rochefort, la de más graduación de todas

Próxima etapa, Mariemburghttp://www.brasseriedesfagnes.com/ que se puede visitar gratuítamente y tiene hasta un museo. Es un lugar ideal para comer pero con reserva que está siempre lleno hasta la bandera.  Aquí podréis hacer una cata de cuatro cervezas diferentes. Mi favorita, la Griotte, con frutos rojos. Es que me encanta!

Y nuestra ruta ya se acaba no sin antes visitar la Abbaye de Maredsous que fabrica la cerveza del mismo nombre. Aunque se elabora en una abadía, esta cerveza no es trapense, lo mismo que la Leffe,  ya que en su fabricación no intervienen exclusivamente los monjes. Este tipo de cerveza se denomina cerveza de abadía.

Al llegar a https://tourisme-maredsous.be/nos sorprendre el imponente edificio. La abadía, de estilo neogótico, está completamente integrada en su entorno dando una evidente sensación de armonía. El recinto es muy grande y está dividido en dos sectores diferenciados: la zona de culto y la zona de ocio. Hay cola para probar la cerveza, pero vale la pena hacerla. Está muy buena, como todas y es que todas las que hemos probado en esta ruta nos han parecido excelentes. De Maredsous hay de tres tipos: la blonde, la brune y la triple y los quesos, como es habitual, buenísimos y muy cremosos aunque a estas alturas de viaje ya no podemos más y nos los llevamos a casa.

Mapa de la ruta

Volvemos al aeropuerto de Charleroi para salir de vuelta a casa después de haber disfrutado de esta ruta, eso sí con moderación y sin perder ni un ápice de dignidad. Consumir con prudencia, sobretodo si tenéis que conducir. Es básico para disfrutar del viaje

“La mejor cerveza la encontraréis donde la van a beber los monjes” William Shakespeare.

M. Pilar Cabrerizo

Viatges 2.0

 

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