Casa Lleó i Morera, visita singular

Elena de Los Viajes de Quim y Elena se acercó para hacer una visita a la casa Lleó i Morera de la mano de Cases Singulars. Aprovechando la celebración del tercer aniversario de la asociación descubrió esta casa Modernista en una zona en la que hay varias casas singulares.
Domingo de verano a las 16,30h, la verdad es que con el calorazo no apetecía demasiado moverse de casa. Por por suerte la pereza se queda a un lado y me acerque a la visita ya concertada previamente.
Visitando la Casa Lleó i Morera
Nos recibió un simpático guía que con entusiasmo iba dirigiéndonos por el interior de la casa. Actualmente no está amueblada, por un lado es una pena ya que hubiera sido genial poder disfrutar también del mobiliario. Eso hizo que nos centrásemos más en los ambientes y en los muchos detalles que tiene la decoración.
La visita comenzó por la zona “pública” de la casa Lleó i Morera, donde los señores recibían a sus visitas y como no, lo importante era aparentar. En esta parte hay paredes con mármol rosa, carísimo en la época, además de detalles con cenefas y el techo es precioso. Enseguida llegamos a la chimenea que separa dos ambientes o salones. Originalmente era una sala diáfana con la chimenea en el centro, más tarde pusieron puertas para dividir ambas salas.
Frente a la chimenea hay una galería circular, desde donde se puede disfrutar de la vista del Paseo de Gracia, ya que sale 2 metros sobre él. Lo curioso, es que en la época estaba destinado a que las mujeres de la casa pudieran estar asomadas, cuando no tenían compañía para salir a la calle, ya que ellas solas no debía estar contemplado. Supongo que en esos años lo vivían como algo normal, pero desde el siglo XXI a mi me pareció como estar en una cárcel, lujosa y preciosa, pero cárcel al fin y al cabo.
La zona privada de la casa
Continuando el recorrido, nos adentramos en la zona privada. Aquí ya no hay mármol en las paredes. Nos encontramos con las habitaciones del señor y la señora, por separado, ambas con suelos hidráulicos con diferentes decoraciones al gusto de cada uno y en el centro un salón que es la joya de la casa. La cristalera es espectacular y en las paredes hay grabados relieves con diferentes escenas de mujeres y naturaleza.
Para terminar, ¿Cómo no iban a tener un patio donde disfrutar del buen tiempo? Pues no se si ellos pasaban mucho tiempo en este patio, pero yo ya me imaginaba allí con una piscinita y un par de tumbonas ¡Una casa con miles de posibilidades! Jeje
La Casa Lleó i Morera forma parte de la Ruta del Modernismo de Barcelona y está dentro de lo que llaman la Manzana de la Discordia, compitiendo en belleza con la Casa Batlló y Casa Amatller. Francesca Morera encargó la remodelación del edificio a Doménch i Muntaner entre 1902-1905.
