La Fachada de la Pasión de la Sagrada Familia es la fachada “moderna” de la Iglesia, la que da a la calle Sardenya. Su estructura fue diseñada por Antoni Gaudí durante los últimos años de su vida, y durante el proceso de creación de las maquetas enfermó al punto de llegar a temer por su vida. Fue ese el momento en el que se dio verdaderamente cuenta de que esa parte del edificio dedicada a la muerte de Jesús tenía que ser completamente opuesta a la Fachada del Nacimiento. Si el Nacimiento representaba el gozo, la vida y la naturaleza, la Pasión tenía que expresar la muerte, el vacío, la tristeza.
Para ello, Antoni Gaudí se inspiró en huesos, tendones y viejos troncos de árbol para crear las formas de las columnas del pórtico de la Pasión. Pero no tuvo demasiado tiempo para explicar en detalle cómo debían ser las esculturas. Sólo dejó claro los sentimientos que debían transmitir, y que debían representar las historias de los últimos 3 días de la vida de Jesús, es decir, la Pasión de Cristo.
Las torres de la Fachada de la Pasión se construyeron en los años 50, y en los años 80 la Junta Constructora asignó al escultor Josep Maria Subirachs la tarea de ejecutar las esculturas, con las solas consignas de representar las escenas de la Pasión de Cristo y expresar los sentimientos relacionados con la muerte. Y aunque hubo muchas protestas por su estilo tan radicalmente diferente a las esculturas más tradicionales del Nacimiento, lo cierto es que las líneas duras y trágicas de la obra de Subirachs encajan a la perfección con la idea de la muerte. E igual que a Gaudí, a Subirachs le gustaba esconder pequeñas historias secretas en su obra. Vamos a ver algunas de las más interesantes.
El criptograma
A la izquierda de la puerta central de la Fachada vemos la representación del beso de Judas, el momento donde Jesús es traicionado por su discípulo. A su lado, en la pared, hay un cuadrado con números. Recuerda un sudoku, pero no lo es. Se trata de un criptograma, también conocido como cuadrado mágico. La suma de los números en cualquier dirección (horizontal, vertical, diagonal…) siempre da el mismo resultado, en este caso 33: la edad de Cristo cuando murió. Existen más de 310 combinaciones que suman el mismo número dentro de ese cuadrado. Josep Maria Subirachs se inspiró en un criptograma del pintor Durero que suma 34 y lo modificó para que diera 33.
Los soldados romanos
Los soldados romanos de Subirachs son quizás los personajes que parecen más modernos de toda la Fachada. Casi parecen salidos de una película de Star Wars. Pero en realidad, fueron un tributo que el artista hizo a Antoni Gaudí, inspirándose en las chimeneas que el arquitecto construyó en la azotea de la Casa Milà (La Pedrera). Según una leyenda urbana, en ellas también se inspiró George Lucas para Darth Vader, pero eso ya no os lo puedo asegurar…
El retrato de Gaudí
Igual como en la edad media a menudos los artistas escondían su propio retrato dentro de sus obras, Subirachs quiso hacer otro homenaje a Gaudí añadiendo su retrato en la Pasión. No se trata de ningún personaje en concreto, sino que más bien simboliza la humanidad siendo testimonio de los acontecimientos de la Pasión. Lo encontrareis en el centro de la Fachada, a la izquierda de la figura central que representa la Verónica (la mujer que según la leyenda secó el sudor de la cara de Jesús portando la cruz, y milagrosamente su cara quedó grabada en el paño que ella usó y que en la escultura nos muestra).
Subirachs se sirvió de una de las pocas fotografías de Gaudí que se conservan, tomada sólo un par de años antes de su muerte, mientras participaba en una procesión del Corpus delante de la Catedral de Barcelona. Al parecer, no se dio cuenta de que le tomaban una foto porque de lo contrario se hubiera apartado: no le gustaba que le tomaran fotos.
La oreja de Malco
Vamos ahora a hablar de detalles más escondidos. A la izquierda del Beso de Judas y del Criptograma vemos unos soldados romanos llegando al huerto de Getsemaní. Hay un tronco de olivo cortado, donde se apoyaba Pedro para dormir. Al darse cuenta de que los soldados han venido a arrestar a Jesús, Pedro ataca con su espada a Malco, el sirviente del sacerdote Caifás que acompañaba a los soldados, cortándole una oreja.
Jesús entonces le reprendió por haber usado la violencia, y con un poco de saliva volvió a pegar la oreja de Malco en su sitio, curándolo milagrosamente. Si nos fijamos bien, la parte cortada del tronco de olivo tiene precisamente la forma de una oreja.
El fósil de la Flagelación
La Flagelación es la escultura central que separa las dos hojas de la puerta principal de la Fachada. Representa a Jesús atado a una columna, siendo flagelado – es una escena del martirio. Curiosamente, en la tradición católica es habitual ver a los santos mártires representados sujetando una hoja de palma, a modo de símbolo del martirio. Y precisamente mientras trabajaba en esta escultura, en un ángulo del bloque de mármol, apareció un fósil de hoja de palma que Subirachs decidió mantener. Lo podéis ver a los pies de la espalda de Jesús, en el lado izquierdo (el más cercano al Criptograma).
Estos son algunos de los secretos de la Fachada de la Pasión, que espero os ayuden a hacer nuestra visita de la Sagrada Familia más interesante. Hay muchos más (incluso han dado para una tesis doctoral). Si queréis saber más podéis consultar mi blog y además yo organizo tours guiados privados de la Sagrada Familia (la web está en inglés, pero el tour puede ser en castellano, en catalán o en otros idiomas). Nos vemos en Barcelona!
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