Elmira, Mark Twain y el cementerio Woodlawn
“Suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa vientos favorables en tu velamen. Explora. Sueña. Descubre.” | Mark Twain.
Si todavía no has visitado EEUU y tu sueño es ir a visitar alguna de sus grandes ciudades, te recomiendo que no dudes en hacerlo. Pero si tienes oportunidad, piérdete por el país, y déjate sorprender mucho más de lo que te hayan explicado en ninguna guía turística.
Al sur de los Finger Lakes hay una ciudad que no te recomendará ninguna guía -que no sea específica del lugar-, y que te permitirá sumergirte, de manera inesperada, en la propia historia de ese país. Un lugar que tuvo un lugar destacado tanto en la Guerra de Independencia (1775-1783), como en la Guerra Civil (1861-1865). Os estoy hablando de la relativamente pequeña ciudad de Elmira, situada en el condado de Chemung; estado de Nueva York.
Es un lugar que puedes incluir en una ruta en coche que te lleve desde el norte del estado de Nueva York hacia Pensilvania, donde podrás vivir en primera persona el montaje turístico que han realizado alrededor de los Amish, y que ellos mismos han sabido explotar tan bien. Pero eso ya será otra historia…
Hoy os proponemos quedarnos en Elmira, y recorrer uno de los lugares más conocidos del lugar, que seguro os va a sorprender.
Se trata del Woodlawn Cemetery, un simple cementerio de pueblo, pero con categoría de cementerio militar, en donde se entremezclan los espacios de tumbas militares (blancas y perfectamente alineadas) con los espacios de tumbas civiles, (la mayoría de piedra gris y desperdigadas entre el césped).
Entre las tumbas militares, llama especialmente la atención la presencia de soldados confederados y sus correspondientes memoriales, algo poco habitual en cementerios situados fuera de los estados del sur. Y entre la tumbas civiles está la que guarda los restos de uno de los mitos de la literatura estadounidense. Se trata de Samuel Langhorne Clemens, un nombre que a muchos no os dirá nada, a no ser que lo mencione por el seudónimo que popularizó a través de toda su producción literaria: Mark Twain.
Elmira, nombre de mujer
Elmira es la ciudad más grande del condado. Habitada inicialmente por miembros de la Tribu de los Cayuga, que se marcharon con la llegada de los colonos, la fundaron oficialmente en 1792 como Newtown, un nombre que cambió por el de Elmira en 1808. Según se dice, el nombre de Elmira se eligió en una reunión que celebraron los vecinos del pueblo en la Taberna de Nathal Teal, y que se corresponde con el de la hija pequeña del tabernero. Aunque, como en todas las leyendas no acaba de estar confirmado que sea cierto, no deja de tener una bonita explicación, y no se puede negar que el nombre no sea el de alguna otra mujer relacionada con esa ciudad.
Su ubicación privilegiada, la convirtió en un “hub” con la llegada del ferrocarril, algo que le otorgaría cierta importancia durante la Guerra Civil, y que marcaría su historia y la historia que hoy recojo en el post.
El cementerio de Woodlawn
El Woodlawn Cemetery es el cementerio de la ciudad. Como ya os he comentado allí está enterrado Mark Twain junto a su esposa Olivia Langdon Clemens (también escritora), en una parcela que pertenecía a la familia de Olivia, originaria de Elmira.
Entre otras curiosidades, destacar que el cementerio tiene el distintivo del United States National Cemetry System, por la presencia de tumbas de miembros del ejército de los Estados Unidos, veteranos y sus esposas.
[El más famoso de los 171 cementerios que forman parte de la lista de los United States National Cemetry System es el de Arlington. Este distintivo de cementerio militar se creó a través de una acta del Congreso en 1862, estableciendo 14 inicialmente, entre los que estaba el de Elmira, por lo que es uno de los más antiguos.]
Como he comentado anteriormente, es uno de los que cuenta con una sección específica de tumbas de soldados confederados, dado que en 1864 se reconvirtió un campo de entrenamiento del ejercito de la Unión en campo de prisioneros confederados (conocido como “Hellmira”), y los internos que fallecían se enterraban allí. De los 12.000 prisioneros confederados, llegaron a fallecer 3000 por las malas condiciones de vida, la desnutrición o diversas enfermedades.
Memoriales | El accidente de tren
Dándote un paseo por la gran extensión del cementerio verás diferentes memoriales, entre los que destaca especialmente. Se trata de The Shohola Monument, que conmemora un trágico accidente de ferrocarril que ocurrió durante la Guerra Civil, y en el que fallecieron tanto soldados confederados (prisioneros que trasladaban al campo de Elmira), como soldados de la Unión (vigilantes de los anteriores). El monumento es de 1911.
En 1906 el gobierno federal estadounidense creó un programa en el que empezaron a dignificarse las tumbas de los prisioneros de guerra del ejercito confederado, y el memorial de Elmira fue uno de los primeros que se realizó.
Por un lado se honra a los 49 soldados confederados fallecidos, de los 853 que viajaban en el tren. En el otro, constan los nombres de los 17 guardias de la Unión que también fallecieron, y que eran los centinelas. Aunque el lugar original en donde fueron enterrados fue junto al lugar del accidente, con el tiempo trasladaron los restos al Woodlawn National Cemetery.
Otro memorial que también llama la atención es el que se levantó en 1937, dedicado a todos los prisioneros confederados que murieron en Elmira. Se trata de una gran figura de bronce en granito, que domina toda la longitud del área confederada.
[Curiosidades de los cementerios nacionales americanos: El cementerio a pesar de formar parte de los históricos, continua funcionando como lugar de enterramiento, pero únicamente hay columbarios para cenizas.]
[Si vais a cualquiera de los 171 cementerios que hay en estados Unidos os llamará la atención que junto a los militares suelen estar enterrados miembros de su familia (esposas o esposos, viudas o viudos, e hijos menores dependientes). Es un privilegio que tienen los militares y los veteranos.]
¿Qué ver en Elmira?
Es evidente que el Cementerio Woodlawn es uno de los imperdibles de Elmira, pero también hay otros lugares que no debes dejar de incluir en tu lista de visitas.
La Ruta de Twain
Como suele ocurrir en los lugares en donde ha nacido o residido algún personaje famoso, en Elmira no puede fallar que nos recomienden recorrer la ruta de Mark Twain.
Una ruta que, además de visitar su tumba, incluye Quarry Farm, la casa de veraneo de sus suegros en donde el escritor pasó buena parte de su vida como escritor, y donde se construyó una especie de estudio exterior, que hoy en día se ha trasladado a los jardines del Campus del Elmira College. Twain le llamaba “the home of Huckleberry Finn and other books of mine” dado que los escribió allí.
Para saber más: Mark Twain Studies
Eldridge Park
Como ocurre en muchas ciudades americanas los parques urbanos son una de sus principales atracciones. En Elmira está el Eldridge Park que fue uno de los lugares de asueto más populares del estado de Nueva York.
Aunque actualmente ha perdido parte de su importancia, sigue destacando por su carrusel de finales del siglo XIX, uno de los pocos que aun conserva la típica “brass ring feeder”, una tradición “muy americana”, que nunca he conseguido traducir al castellano.
Para saber más: Eldridge Park
El National Soaring Museum
Con unas espectaculares vistas sobre los alrededores, este curioso museo es un lugar muy interesante para los que quieran curiosear y aprender sobre los vuelos sin motor y su historia.
Para saber más: National Soaring Museum
El Arnot Art Museum
Es uno de esos museos en donde llama la atención tanto el contenido con el edificio que lo acoge. Una mansión de 1830 que en 1913, su propietario Matthias Hallenbak Arnot convirtió en museo al legarla a la ciudad, junto a su colección de arte.
Aunque todavía expone el legado original, propio de las colecciones privadas del siglo XIX, con los años se ha ampliado al incorporar arte estadounidense del XX, pinturas de autores europeos del XVII al XIX, y alguna muestra de objetos procedentes de Egipto y Asia.
Para saber más: Arnot Art Museum
El Newtown Battlefield State Park
Otro parque interesante próximo a Elmira es el que hay junto al rio Chemung, y en donde en 1779 tuvo lugar la Batalla de Newtown durante la guerra de independencia.
En diferentes puntos del parque existen paneles informativos que explican la batalla y la historia del lugar, así como el monolito de granito blanco que en Sullivan Hill marca el lugar que jugó el papel estratégicamente más importante en la batalla.
Un espacio de lo más recomendable para los incondicionales de la historia militar americana.
Para saber más: Newtown Batterfield State Park
El John W. Jones Museum
Y como no, imposible dejar Elmira sin visitar un espacio relacionado con la memoria histórica de la esclavitud del país, donde encontrarás información sobre los afroamericanos que residieron en Elmira y sobre el papel que jugó el incipiente ferrocarril como medio de huida.
El museo está ubicado en la casa en donde residió hasta su muerte un antiguo esclavo, John W. Jones, que ayudó a escapar a cerca de 800 esclavos y que, como sacristán del cementerio de Elmira, se encargó de que todos los prisiones confederados fallecidos tuviesen un funeral digno.
Para saber más: John Jones Museum
Y hasta aquí este breve resumen de nuestra visita a Elmira, un lugar ideal para los viajeros a los que nos gusta perdernos y descubrir lugares que no figuran en el top ten de las recomendaciones turísticas mundiales, y seguir la recomendación que nos dejó dicha Twain, y que hemos incluido al inicio del post.
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Author: Conxita Piñero
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