Pineda de Can Camins

Después de la resaca y el buen sabor de boca del día anterior en la gala de la celebración del 4º aniversario de la asociación. El domingo tocaban actividades. Muchos socios y amigos nos repartimos por las diferentes ofertas, entre ellas estaba ir al Prat de Llobregat para visitar la Pineda de Can Camins.
El inicio fue un poco caótico. La cita era a las 11h en la nueva oficina de turismo que han abierto al lado de la playa de El Prat. A esas horas la zona estaba caliente, no solo por el sol, si no por la gran cantidad de gente que acudía a las playas. Asados de calor avanzábamos a paso de tortuga mientras los aviones lo hacían más deprisa sobre nuestras cabezas para entrar en el aeropuerto, teníamos que haber ido en avión…
Al final hubo algunas bajas pero Los Viajes de Quim y Elena, Kiribatis y Roadmoving que no se amedrentaron a pesar de las dificultades, llegamos. Se nota que somos viajeros.
La Pineda de Can Camins
Nos juntamos a otro grupo y tras pasar la puerta de entrada que está bajo llave, ya que es un área protegida, accedimos a la Pineda de Can Camins. Esta zona ha conseguido sobrevivir a la presión de la ampliación del aeropuerto y a algún que otro intento de urbanizarlo. Aena que es la propietaria del espacio debe preservar este paraje en compensación por la construcción de la tercera pista.
En la Pineda de Can Camins existen 22 especies de orquídeas y los pinos que lo habitan son los llamados piñoneros, creo que no hace falta explicar porque :-). A pesar del calor que hacía, apetecía más meterse en el agua de la cercana playa que pasear. La Pineda tiene mucha sombra, la temperatura es bastante agradable. Poco a poco fuimos descubriendo este lugar tan singular y que si no fuese por el aeropuerto sería mucho más grande. Hay un pozo del cual se extraía agua dulce. Los que íbamos con carro con peques en algún punto teníamos problemas con la arena que nos encontramos, pero en general el camino es transitable.
Mirador de l’Illa
Después de una hora aproximadamente termino la visita. A través de la oficina de turismo accedimos al mirador de L’Illa. Desde aquí pudimos apreciar la extensión de la Pineda de can Camins entre la playa y el aeropuerto y de cómo los pinos que están más cerca de los vientos procedentes del mar son más bajos para proteger a los árboles que hay detrás de estos, la naturaleza es sabia. Además las vistas desde el mirador son increíbles.

Para bajar la temperatura nos habían preparado un aperitivo en el chiringuito La Iguana. Nos trataron como a reyes. Aprovechamos para agradecer a la oficina de turismo que nos hubiera dado a conocer algo tan bonito y tan cercano a nuestra casa.
Si queréis conocer la Pineda de Can Camins la oficina de turismo ofrece visitas gratuitas los fines de semana y festivos. Aconsejamos contactar previamente.

Me ha encantado conocer esta Pineda a través de vuestro relato. Y también me gusta que las salidas que organizáis, sea el que sea, lo hagáis con vuestros hijos; os aseguro que aunque no lo parezca, van asimilando y eso se nota luego, en el futuro. Seguro que a los peques les llamaría la atención los aviones volando tan bajos. Habrá que ir a esa Pineda de Can Camins con los nietos.