Viajar al Sureste asiático con niños

Descubre como es el Sureste asiático con niños de la mano del blog Vivir Aventuras. En este post descubrirás algunos trucos indispensables para hacer de este viaje con niños una gran experiencia
Mucha gente nos ha preguntado si es un buen lugar para viajar en familia, tras estar un mes y medio por el Sureste asiático con nuestros hijos de 3 y 5 años. Este no es el primer viaje (ni el último) que hacemos a esta región mundial, por lo que queremos contaros algunos trucos que conocíamos y otros que hemos descubierto.
Lo primero, ¿Por qué creemos que es bueno viajar con niños?
“Si el niño no se acordará de nada cuando crezca” o “No sé cómo os atrevéis a llevaros los niños a esos lugares” son algunas frases que hemos escuchado. Pero nosotros lo teníamos claro: queríamos que vieran el mundo real, muy diferente a la Europa que conocemos en nuestro día a día.
Evidentemente, no es una necesidad, pero creemos que mostrarles un crisol de culturas, una situación económica diferente o una naturaleza exuberante era un regalo que le hacíamos de padres a hijos. Esto, y vivir aventuras, nuestro lema y nombre del blog.
Viajar al Sureste asiático con niños ¿sí o no?
Pero sí, somos conscientes que Pol, con sus 3 años, poco recordará todo lo que ha vivido. Berta, con 5 largos, sí que suponemos que algo recordará. Pero que lo recuerden no era lo importante, lo importante es que entendieran un poco mejor el mundo y valorasen lo que tienen en su casa. Y eso lo hemos conseguido.
¿Dónde es mejor ir y dónde no os recomendamos?
Esta experiencia la puedes hacer en muchos sitios, incluso Marruecos, que está al lado. Pero en nuestro caso, que somos unos fans acérrimos de Sureste Asiático, escogimos esa región.
Pero aquí tenemos muchos países… ¿cuáles son los mejores para ir con niños? Pues os los desglosaremos en un rápido y generalista resumen, tampoco haremos un gran simposio. Vamos con ellos, de los más recomendables a los menos:
Tailandia, el más típico destino para viajar al Sureste asiático con niños
El típico destino para viajar al Sureste asiático con niños y la puerta de entrada al sureste asiático para muchos. El tráfico es un poco caótico, pero respetan más o menos los semáforos. Hay aceras relativas y, si sales de entornos urbanos y vas a rurales o islas, encontrarás un entorno bastante agradable para ir con niños, con grandes zonas infantiles gratis.
Malasia
El gran desconocido, pero es uno de los países más fáciles para viajar. El tráfico es muy ordenado, las aceras más o menos están bien, dispones de muchas instalaciones infantiles y grandes parques. Y si vas a las islas o entornos rurales, también estarás bien.
Singapur
Singapur es la suiza asiática. Sí, es una ciudad básicamente, y eso resta puntos. Pero es espectacular lo limpio y ordenado que esta todo, mucho más que la mayoría de ciudades europeas.
Indonesia
Un paraíso natural dividido en islas. Y cada isla tiene su carácter, por lo que cuesta hablar del país genéricamente. Encontraremos islas más fáciles que otras, ya que tienen mucho turismo, como Bali. Pero, como siempre, el transporte entre islas no ayuda cuando vas con niños (muchas horas, conexiones…)
Camboya
Es uno de los países más pobres de la zona, pero eso no significa que sea un mal destino. A nosotros nos ha encantado y lo hemos visto más o menos aceptable para ir con niños. Sí que el tráfico va empeorando, pero lo puedes llegar a dominar.
Myanmar
Otro de los países pobres pero recomendables. Huye de las ciudades, pero si vas al campo estarás a gusto. De todos modos, dispones de malas infraestructuras, tiempos de trayectos largos, poca oferta para niños… Eso resta puntos.
Laos
Es un país de los “pobres”, pero también buen destino. Sin embargo, la forma del país, muy alargada (que implica grandes trayectos), y el hecho de no tener playas… resta puntos.
Vietnam
Un emblema turístico que nos ha disgustado, al menos pensando en viajar con niños. El tráfico es terrible, las motos entran por todas partes y el peatón está al final de la jerarquía global, casi molesta. Sus niños deben jugar en ludotecas por qué no pueden salir a la calle, y tú vivirás en constante temor de no perder a uno bajo un neumático. El país es bonito, y si vas sin hijos está bien. Pero con niños, recomendamos otros.
Filipinas
Otro país que no recomendamos con niños, y este es por dos motivos. El primero es la inseguridad. No puedes salir de ciertas zonas controladas porque es un país peligroso en sus ciudades. En el campo mejora, pero es delicado. Y el segundo motivo, los trayectos. Son eternos. Las carreteras son pésimas y tardas muchas horas en llegar al sitio, incluso debes hacer conexiones largas. Ya si cambias de isla, los trayectos pueden durar un día entero. Evidentemente, no es plan para niños.
Como todo, depende de la región que visites y de la suerte de donde acabes… cada país tiene sus sombras y sus luces.
Existe algún otro país como Brunei, también de la región, pero sus fronteras son muy opacas y no hemos estado. No podemos valorarlo.
Indispensables en la mochila para viajar al Sureste asiático con niños
Ya tenemos destino. Vamos con la mochila. ¿Qué debemos llevar para viajar al Sureste asiático con niños? Lo dividiríamos en dos apartados: nuestra mochila y la mochila del niño.
En nuestra mochila, para nosotros es un imprescindible:
- Elementos divisorios: en nuestro caso dividimos en bolsas independientes la ropa de cada uno. Va muy bien, sobre todo si vas a diversos destinos y debes ir haciendo y deshaciendo las maletas, porqué así montas y desmontas por bloques. Además, la ropa no se junta y la maleta o mochila no acaba siendo un completo caos.
- Imprescindibles de farmacia: apiretal e ibuprofeno, nuestros básicos como padres. Esto que no falte. También os recomendamos cristalmina y tiritas… las heridas siempre surgen. Después ya completas con tus medicamentos de adulto.
- Parafarmacia: crema solar, antimosquitos y calmante para las picadas. Estos son básicos. Si puedes, también crema hidratante, ya que algún momento de sol os chamuscará un poco.
- Kit de ropa básico: gorra o gorras (si es de perderla mucho), bañador (uno o dos, ya que estarás mucho en remojo quizá), camiseta de protección solar (básico, pega mucho el sol), chanclas abiertas y mucha ropa corta. También os recomendamos un jersey que abrigue, puesto que algunos lugares abusan del aire acondicionado.
- Opcional de ropa: chubasquero. Alguna lluvia pillarás, pero a veces es incluso agradable con tanto calor.
- Kit digital: Sí, a veces les dejamos el móvil, sobre todo en grandes trayectos. Para ello es mejor que lleves descargados algunos juegos (mejor “juegos sin conexión”) y algunas pelis en tu móvil o Tablet desde casa.
- Un tupper: A veces va bien llevar tuppers por si los niños se dejan medio menú, como es habitual. Así puedes reaprovecharlo para otra ocasión o hacer tu de “coche escoba”.
Otras recomendaciones en la mochila para viajar al Sureste asiático con niños
En su mochila, os recomendamos:
- Juguetes: déjales que escojan algunos, pero a poder ser, portables. Recuérdales que serán ellos quienes lo cargaran y que se pueden perder. A partir de aquí, tú ya has hecho lo que debías.
- Cosas para pintar: tan fácil como una libreta y algunos lápices o plastidecor. Garantizarán momentos de diversión. Nosotros también llevábamos una pizarra magnética.
- Juegos de cartas: siempre encontrarás un momento para jugar en familia y no abulta.
- Pegatinas: parece absurdo, pero les encantan y las reutilizan hasta que ya no pegan nada. A los nuestros les encantaban. También hay una opción de libros con imanes muy buena y totalmente reutilizable.
Y, que es lo que NO recomendamos:
- Juguetes o trastos grandes: los odiarás al final de tu viaje.
- Abrigos excesivos: no hace frío, de verdad. Acabarás cargándolo todo el viaje sin más. Y en el peor de los casos que acabes en un arrozal o una montaña donde sí hace más frío, siempre puedes comprar una.
- Gorros o vestidos muy voluptuosos: todo lo que abulta, lo acabas odiando.
- Piezas muy pequeñas: las perderán en el ir y venir de hoteles.
- Joyas: vas a ir a países que no sabes dónde pisas. En su mayor parte son seguros, pero es mejor que no equipes a tu hij@ con joyas caras, si es que te gustan.
Aviones con niños: qué debes evitar y qué debes mejorar
Momento trágico para todo padre o madre. Pero hay algunos trucos para evitar que te dé el viaje a ti y a otros pasajeros. Vamos con ello.
Si hablamos del avión principal, el que nos lleva desde aquí hasta el Sureste asiático, no tendrás problemas de diversión: llevan pantallas. Estas integran películas, series, juegos, canciones… incluso están divididas en un apartado infantil. Nosotros siempre volamos con Qatar o Fly Emirates y la verdad es que en eso nunca decepciona.
¡Pero ojo con el jet lag! Seguramente harás escala en un país árabe. Debes calcular que uno de los dos vuelos es “obligatorio” dormir, si no quieres morir al día siguiente. Depende del horario y de tu escala, pero trata de no encenderles la pantalla en ese vuelo más “nocturno”.

La escala marcará también mucho: si es corta, es más amigable para ellos. Sin embargo, si te toca larga, valora hacer una escapada al país. Nosotros teníamos una escala en Doha de 12 horas y decidimos visitarla. Trata de controlar el sueño de tus hijos, quizá te convenga evitar que duerman y así llegan reventados al avión de dormir.
Para otros aviones internos prepara juegos, móviles, libretas para pintar, algo para picar… Allí no hay pantallas. Cuando los contrates, trata de hacerlos en horas fáciles para ellos, entre las 11 y las 18 horas. Fuera de este margen, tienes más posibilidades de que se active el demonio que llevan dentro.
Contaríamos más trucos de aviones y niños, pero no queremos hacer este artículo muy extenso.
Transportes internos
No escaparás a ellos, pero pueden transformarse en una genial experiencia y no en un puro trámite. Os contamos como:
1- Elije un medio que todo niño quiere: imagina que puedes ir en bus o en tren… si fueras niño, ¿cuál te fascinaba más? En los nuestros tenemos claro que el tren.

2- A veces pagar más evita problemas: hay un bus que dura 8 horas y un avión, que dura 1 hora. La diferencia son 100 euros en total. ¿Vale la pena sufrir 8 horas de niño enfadado? Lo mismo con las horas: muchas veces una hora más amigable para ellos es más cara que salir a las 3 de la madrugada… cuando lo contratas solo ves el precio, pero después lo sufres.
3- Hay alternativas surrealistas: existen los buses cama, donde puedes dormir durante horas en una cama más o menos confortable. Si debes hacer trayectos de 8 horas, quizá dormir en un bus es mejor que hacerlo de día en una silla normal. Y sí, sabemos que en caso de accidente puede ser terrible el resultado, pero cada uno debemos escoger.

Con baño seguro
4- Sea cual sea la alternativa, con lavabo: recuerda que no controlas sus vejigas y muchas veces hay la alternativa con lavabo.
5- La barca rápida: dos precios distintos, uno más caro que otro, en un barco. ¿Por qué? Porqué a veces, en un mismo lugar podemos contratar la lancha rápida o el barquito. Si fueras niño ¿Cuál te haría más ilusión? Hazlos felices y vive la experiencia como una aventura.
6- Muéstrale el exterior: Vas en bus y los niños se aburren y ya no sabes que hacer. Mira por la ventana y enséñales cosas sobre el país que ves. Si no quieren lecciones, hazlo jugando. A nosotros nos va bien algo tan clásico como el “veo veo”.
7- Trae comida y jersey: Ya sabes que los niños siempre tienen hambre o sed y siempre te lo piden en el peor momento. ¿El jersey a 40ºC? Ya verás cuando el conductor le dé al aire acondicionado.
Y recuerda, cuando llegues, que los trayectos los dejan extenuados. Más que a ti, incluso. Si dispones de algo con piscina, no planifiques nada más y que disfruten de un bañito final.
¿Dónde es mejor alojarse?
Algo que hemos aprendido de este viaje es buscar más apartamentos que hoteles. Y, si puede ser, con piscina, ya que allí el calor es agobiante y ellos la disfrutan muchísimo.
Un hotel no deja de ser una habitación común, los niños no disponen de mucho espacio. No los descartamos tampoco, porqué muchas veces estamos poco en la habitación, pero un apartamento siempre da más libertad. Sí que es cierto que en un hotel te harán la cama e incluso desayuno.
Entonces ¿Cuándo contratamos hotel y cuando apartamento? Nuestra norma es contratar un apartamento cuando visitamos un lugar regulero, en el que vemos que quizá no hay mucho que visitar o es poco “niño-friendly”. Ejemplos: ciudades como Ho Chi Minh o Hanoi.
Sin embargo, si el lugar es atractivo y crees que estarás la mayor parte del día fuera, allí la opción ya es más por precio o situación… ya no es tan necesario un apartamento.
También el apartamento tiene un plus: puedes traerte la comida desde fuera. En el Sureste asiático es muy fácil y puedes hacerlo todo desde el móvil y pagar con tarjeta. Nosotros usábamos la aplicación GRAB. Va genial sobre todo para las cenas, cuando ya no quieres moverte mucho.
¿Y la comida asiática con los niños, qué?
Llegamos a un punto complejo. La comida asiática no es nada similar a nuestra amada dieta mediterránea, pero encontramos soluciones.
1- Arroz y pollo los hay en todos sitios: este básico para todo niño lo encontrarás también en su dieta. Lo más importante es procurar que no te lo mezclen con picante (siempre debes remarcar “NO SPICY”). Si tu niño es un poco remilgado también debes mirar que no lleve mucha verdura poco vista por él, como la soja.
2- También encontrarás tortillas a la francesa, arroz blanco y huevos fritos en todos sitios.
3- La comida internacional, también en todos sitios: los espaguetis con tomate y la pizza, también lo encontrarás en todos lados. Incluso salchichas, pero tienen un gusto diferente.
4-Trata de hacerle probar cosas: empieza por lo más básico, rollo noodles sin mucha cosa. Explícale que son como los espaguetis y ves poco a poco introduciéndolo a esta nueva cocina. Si ves que alguna fruta o plato le gustan, ya sabes cómo ir convenciéndolo.
No te frustes
5- No te frustres: si a ti te gusta probar y a tu hijo o hija no, recuerda que posiblemente tú eras igual a su edad. Ya les llegará su momento y no será quizás en este viaje.
6- Siempre en lugares limpios: la limpieza en restaurantes asiáticos a veces no es fácil. Nosotros siempre tratamos de evitar puestecillos sin agua corriente, ya que consideramos que les costará más mantener una buena higiene.
7- El pescado, con pinzas: durante el mes y medio que estuvimos comimos poco pescado. Es una comida más delicada y, cuando ves sus mercados, se te quitan las ganas de probarlo. Solo lo comíamos en restaurantes que ves muy limpios (y nunca sabes realmente si de allí vendrá una gastroenteritis).
No sé si fue suerte o que lo hicimos bien, pero no tuvimos grandes problemas gastrointestinales, de modo que poco a poco parece que vamos aprendiendo.
Tips finales para mejorar la experiencia de Viajar al Sureste asiático con niños
Vamos ya con el final de este macro artículo sobre viajar al Sureste asiático con niños. Dejadnos unos últimos tips y consejos:
- Puedes hacerte un viaje a tu medida, no hace falta que contrates algo organizado, no es tan difícil.
- Carritos de bebé: depende de donde vayas, te lo comerás con patatas. Básicamente, puede es muy útil en Singapur. En Malasia o Tailandia, puedes usarlo. Fuera de estos lugares es complicado, no hay aceras útiles.
- Coge un seguro médico: te recomendamos ir bien asegurado, nunca sabes si debes acabar en un hospital y, si desgraciadamente lo necesitas, trata de ir a un hospital de los buenos.
Y, sobre todo, que nadie te desanime a viajar con tus hijos al sureste asiático. Muchos lo hemos hecho y te sorprenderás de ver cuántas familias van por allí.

Author: viviraventuras
Website: http://www.viviraventuras.com