Gijón, capital atlántica

Tardé 10 años en volver a Gijón, y me temo que ha sido mera casualidad, porque excusas no faltan. 2017 fue el año de mi reencuentro con esa ciudad cantábrica que conmemora el mar en su plenitud. Con una ciudad cuya gastronomía, cultura y gente se armonizan en torno a la calidad y la hospitalidad. Razones para visitar Gijón hay mil, pero hoy te quiero acompañar en un paseo por esa puerta al Atlántico que no te puedes perder.

Capital de la Costa Verde

Pasear por Gijón significa encontrar la síntesis de Asturias. Una región anclada al Cantábrico con una sorpresa en forma de ciudad en la mitad de su costa, la Costa Verde. El nombre, una mera estrategia turística en su tiempo, viene a reconocer y condecorar el paisaje del que Asturias hace honor. En Gijón, o Xixón como susurra su lengua más propia, acompañarás a los silbidos del viento a lo largo de sus verdes paseos. Silbidos que inspiraron a Chillida, invitándote a perder la mirada en el infinito horizonte al que él elogia.

La brisa es diferente a la de cualquier resort de costa que te puedas imaginar, y lo es porque viene del Atlántico. Frío, penetrante, e intenso: el viento de Gijón es el que llena de carácter a su ciudad en apariencia, porque pronto descubrirás un pueblo cálido, envolvente y seductor.

Capital del buen comer

Ya en nuestro blog, en una visita a Oviedo, Juana descubrió que en Asturias puedes morir por cachopo. Y es que parezca que exista una competición por servir la mejor (o mayor) ración. A la ruta del popular cachopo, en cambio se suman productos gastronómicos más sofisticados pero asequibles para cualquier persona que se quiera dar un capricho. Desde la ruta de las sidrerías hasta el conocido Gijón Gourmet, un menú que por 50€ te sienta ante el deleite de diferentes estrellas Michelin (y por 45€ en otros selectos restaurantes sin estrella).

Pero si lo tuyo es el cafelfie y la más delicada repostería, una ruta de pastelerías, panaderías y confiterías te ofrecen la posibilidad de dejarte sorprender con otro de los productos gastronómicos que ha preparado Gijón a sus visitantes: Gijón Goloso. No es otra cosa que un pack de diez vales (que no caducan) a canjear en una serie de locales que participan en la edición de cada año. Con esta excusa, además, descubrirás el comercio local más genuino en las calles más escondidas.

Capital de la cultura subversiva

Toda mediana y gran ciudad apuesta por la contundencia de las cifras, pero Gijón lo hace por la consistencia de la calidad. Es tal vez por eso que no les importa mantener su centro cultural más importante, La Laboral, cerrado durante el invierno. Cada primavera revive con una programación intensa de actividades y exposiciones. Eso, sin parar la oferta cultural en los locales más céntricos durante el resto del año.

El puente de mayo marca el inicio de la frenética oferta en La Laboral con un festival de electrónica y visuales sin igual en Europa. Limitado a los privilegiados más rápidos en hacerse con un brazalete de acceso, el Laboratorio de Electrónica Visual (LEV) pone sobre el escenario propuestas irreverentes para el deleite de la cultura musical más contemporánea. Visitar Gijón durante el festival te permitirá, también, conocer pequeños rincones intervenidos por artistas visuales que trabajan con la luz.

Gijón es una ciudad para dejarse llevar. Para disfrutar de su ritmo, su brisa, su gente y su gastronomía. Su cultura te abrazará y te hará sentirte como en casa, ya sea para comer, para bailar, para pasear. Visitar Gijón no depende de una sola excusa: te sobran.