10 preciosas ciudades europeas que quizá no conozcas

Estrasburgo (Francia)

En los últimos años hemos tenido la oportunidad de visitar algunas de las ciudades más bonitas de Europa. Desde Londres a Estambul, pasando por París, Florencia, Roma, Viena, Budapest o Praga, hemos ido descubriendo poco a poco la flor y nata del Viejo Continente. Los destinos que hemos nombrado (y otros como Venecia, Brujas, Dubrovnik o Lisboa) son clásicos imprescindibles del turismo en Europa. Su fama es bien merecida, nadie lo niega, pero a veces tenemos la sensación de que otras ciudades de igual o mayor belleza pasan algo desapercibidas. En este post te presentamos 10 ciudades europeas que nos encantaron y donde quizá aún no hayas estado. ¡Vamos allá!

Estrasburgo (Francia)

Pese a tener cerca de 300.000 habitantes y ser la sede de algunas de las principales instituciones europeas, como el Parlamento Europeo, el Palacio de los Derechos Humanos o el Consejo de Europa, Estrasburgo mantiene cierto aroma de pueblo que la hace encantadora. Pero esto no es ningún descubrimiento nuestro, claro. Su centro histórico ya fue declarado Patrimonio de la Humanidad allá por el 1988. El barrio de la “Petite France”, con lugares tan pintorescos como “Los Puentes Cubiertos”, es una absoluta delicia. Si vas a viajar a Alsacia (¡y deberías!) no te pierdas Estrasburgo.

Estrasburgo (Francia)

Schwäbisch Hall (Alemania)

Durante nuestra ruta en coche por el sur de Alemania visitamos un buen número de ciudades y pueblos preciosos, como Rothenburg o Bamberg. Nos ha costado decantarnos por una, pero de entre todas las que conocimos quizá elegiríamos Schwäbisch Hall. Esta pequeña ciudad medieval (o gran pueblo, mejor dicho), tiene todos los elementos necesarios para encandilar a sus visitantes: canales de agua, puentes cubiertos, un campanario con vistas, una animada plaza del mercado, calles empedradas, casitas con entramado de madera y fachadas de colores, etc. ¡Una monada!

Schwäbisch Hall (Alemania)

Lucerna (Suiza)

Seguramente en toda Suiza no haya una ciudad o un pueblo feo. Es casi imposible. La mayoría de poblaciones están ubicadas a orillas de grandes lagos y rodeadas por altas montañas, así que es difícil que no tengan un mínimo encanto. En este caso, sin embargo, tenemos más clara nuestra elección: Lucerna. La hemos visitado en dos ocasiones y siempre hemos tenido aquella sensación de “aquí me quedaría a vivir”. Uno de sus rincones más bellos es el “Kapellbrücke”, el puente de madera más viejo de Europa (1365).

Lucerna (Suiza)

Salzburgo (Austria)

Dibuja un castillo sobre una colina y a sus pies una ciudad salpicada de casas señoriales, iglesias barrocas con cúpulas enormes, algún monasterio, alguna abadía y algún palacio con verdes jardines. Luego rodea todo el conjunto con un río y pinta unas cuantas montañas nevadas al fondo. Lo que obtendrás (si tienes buena mano) es Salzburgo, una ciudad que parece obra de un artista. Normal que su centro histórico sea Patrimonio de la Humanidad. Pero, además, no es solo un placer para los ojos: la banda sonora de esta ciudad es la de su hijo más ilustre: ¡Mozart!

Salzburgo (Austria)

Tallin (Estonia)

Hay ciudades que parecen escenarios de películas. En Tallin, ciudad medieval rodeada por unas impresionantes murallas, no te extrañaría en absoluto encontrarte con arqueros, soldados portando grandes espadas o bufones haciendo malabares. Aunque bastante reconstruido y muy enfocado al turismo, su centro histórico es impresionante y también fue merecedor de entrar en la lista de la UNESCO. Callejones empedrados, atalayas defensivas por doquier y una ambientación muy esmerada, hacen que uno se sienta en pleno Medievo.

Tallin (Estonia)

Riga (Letonia)

Aunque no nos pareció tan espectacular como su vecina del norte, Riga es otra de las visitas imprescindibles en los Países Bálticos y su centro histórico también puede presumir de ser Patrimonio de la Humanidad. Ahora bien, los motivos que llevaron a estas capitales a entrar en la lista fueron totalmente distintos. Aunque Riga también destila cierto aroma medieval, lo más destacado de su arquitectura es el conjunto de edificios art noveau (modernistas) que alberga: ¡el mayor de Europa!

Riga (Letonia)

Sighisoara (Rumanía)

En 2016 pasamos tres semanas fantásticas en Rumanía, un país que nos sorprendió muy gratamente. Aunque lo mejor del país no sean en absoluto sus ciudades, hay excepciones muy honrosas como Sighisoara, ubicada en pleno corazón de Transilvania. Su ciudadela medieval, una de las últimas de Europa donde se sigue haciendo vida, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999. Pero además de su indiscutible belleza, Sighisoara tiene otro gran reclamo turístico: esta fue la ciudad que vio nacer a Vlad Tepes (“El Empalador”), inspirador del mítico “Drácula”. Su casa natal aún sigue en pie.

Sighisoara (Rumanía)

Ljubljana (Eslovenia)

Ljubljana es otra de esas ciudades europeas que pasa injustamente desapercibida. Y no será porque le falten ingredientes para enamorar a los viajeros. Dominada por un castillo del s.XII que se alza sobre una pequeña colina en medio de la ciudad, la capital de Eslovenia cuenta con un buen número de edificios modernistas y barrocos de gran belleza. Pero quizá lo mejor de esta ciudad sea su ambiente relajado, educado, agradable y respetuoso. Refleja muy bien los valores de un país preocupado por cuidar de su patrimonio y de sus entornos naturales.

Ljubljana (Eslovenia)

Sarajevo (Bosnia)

La multicultural y multireligosa Sarajevo fue conocida en otros tiempos como la “Jerusalén de Europa”. La Guerra de los Balcanes, sin embargo, dejó huellas que tardarán mucho en desaparecer y que lastraron irremediablemente su antiguo esplendor. Y, pese a todo, Sarajevo sigue teniendo algo que enamora. En pocos lugares del mundo, por ejemplo, puedes visitar una mezquita, una iglesia católica, una iglesia ortodoxa y una sinagoga en menos de 5 hectáreas. Si una ciudad puede tener “belleza interior”, Sarajevo tiene a raudales.

Sarajevo (Bosnia)

Edimburgo (Escocia)

Solo hay dos tipos de personas: los que ya han alucinado con Edimburgo y los que alucinarán. No nos gusta generar grandes expectativas sobre un destino, ya que esto de la “belleza” es algo muy subjetivo. Sin embargo, en el caso de Edimburgo no podemos evitarlo: ¡es absolutamente maravillosa! Solo la lluvia y el frío pueden empañar la visita a esta ciudad, pero nos atreveríamos a decir que el mal tiempo forma parte inseparable de su encanto. Esta ciudad de escritores, cafés con sillas de madera, historias de fantasmas, callejones oscuros y cementerios repletos de historias, no sería lo mismo sin ese toque gris que suele tener el cielo.

Edimburgo (Escocia)

Y tú, ¿cuáles dirías que son las ciudades más bonitas de Europa, más allá de las clásicas?

Fotos y texto: Pruden (Los apuntes del viajero). Portada: Estrasburgo.

Puedes encontrar mis artículos en "Los apuntes del viajero", un blog práctico para viajar por libre en Europa y otros destinos del ancho mundo.
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