6 capitales europeas para una escapada alternativa
El continente europeo es enorme y lleno de atractivos, pero no todos ocupan los primeros puestos en la listas de visitas, como es el caso de estas capitales europeas, a la sombra de las más famosas, pero que deberías apuntar en tu lista de futuros viajes.
Vas a ver que muchas de estas capitales están entre las ciudades más bonitas de Europa, sin embargo, no siempre acaparan los focos del gran público. Eso la hace todavía más atractivas, ¿no crees?
Belgrado (Serbia)
La historia de los Balcanes y de Belgrado en particular hacen de la capital serbia una visita frenética.
Desde la Plaza de la República hasta la Fortaleza Kalemegdan, dos de los principales lugares que ver en Belgrado, el paseo peatonal que atraviesa la ciudad, la Calle Knez Mihailova, destapa la esencia capitalina. Por el camino, hay que detenerse en las ruinas de los últimos bombardeos que aterraron la ciudad, como las de la Radio Televisión Nacional de Yugoslavia. Un pasado oscuro que los serbios no olvidan.
Iglesias ortodoxas se mezclan con modernos cafés y las terrazas de sofisticados restaurantes. Un conjunto encantador que llega a su punto álgido con la visita al Templo de San Sava, la iglesia ortodoxa más grande de los Balcanes y la segunda más grande del mundo.
Si buscas el lugar de moda en la ciudad, ese es sin duda, la Ribera del Río Sava, donde numerosos restaurantes y bares de copas permiten concluir el día con una puesta de sol inolvidable sobre el río.
Bucarest (Rumanía)
La capital rumana es una de las escapadas que más me ha sorprendido en mis últimos viajes por su ambiente, color y belleza.
El centro de Bucarest está repleto de calles adoquinadas por las que pasear, terrazas llenas de gente y edificios singulares como el de la Cărturești Carusel, la librería más famosa de Rumanía.
Tú mismo puedes comprobar que hay un montón de cosas que ver en Bucarest, desde la animada Plaza Unirii hasta el coqueto Monasterio Stavropoleos. Todo mezclado con una pesada dosis de historia que todavía marca el carácter rumano.
Entre todas las visitas, no puedes perderte la del Palacio del Parlamento Rumano, una obra mastodóntica que se erige como el edificio civil más grande del planeta. La imagen es impactante.
Tampoco te pierdas la infinidad de espacios verdes de la ciudad, como los Jardines de Cișmigiu o el enorme Parque Herastrau, dos espacios donde relajarse y disfrutar de la vida capitalina.
Atenas (Grecia)
Si el amor a primera vista existe, ves preparado para el flechazo con Atenas.
Lo primero con lo que uno espera topar al llegar a la capital griega es con la imponente Acrópolis. Busca el mejor sitio para verla y por supuesto, guarda una mañana para visitarla con detenimiento.
Una vez hecha una de las visitas más míticas de Europa, pasea por el barrio del Plaka, embriágate con el ambiente de la Plaza de Monastiraki o ves a disfrutar de un gyros al moderno barrio de Psiri.
Si ya has cogido fuerzas con la deliciosa comida griega, camina hasta el Estadio Panatenaico, un lugar de culto para cualquier amante del deporte, y desde allí, sube al Monte Lycabettus para disfrutar de las inmensas vistas de Atenas con el Partenon de fondo. ¡Qué puesta de sol tas espectacular hay desde allí arriba!
Atenas es mágica y divertida, pero sobre todo, es una de las mejores capitales europeas para disfrutar de una escapada.
Bratislava (Eslovaquia)
El tamaño de Bratislava invita a tomarse la visita de manera relajada, disfrutado y saboreando cada momento en esta bonita ciudad.
El Castillo, la Catedral de San Martín o la Puerta de San Miguel son paradas obligadas en la ruta por la capital eslovaca. Y si quieres sentirte un instagramer por un día, busca el mejor ángulo para una fotografía en la Iglesia Azul, pero lo mejor está por llegar.
Las calles del centro, peatonales y adoquinadas, son el lugar perfecto para vivir la vida capitalina. Disfruta de una buena cerveza eslovaca antes del final del día.
No hay mejor manera de acabar el día que sentado a orillas del Danubio disfrutando de una puesta de sol mágica que hará que Bratislava conquiste tu corazón para siempre.
Vilna (Lituania)
Mi visita a Vilna fue toda una maravilla, quizá porque las expectativas eran bajas y todo salió más que perfecto.
Las calles Pilies y Didzioji son puro movimiento, con gente de arriba a abajo y terrazas que invitan a sentarse en cualquier momento de flaqueza.
Pero no todo es ambiente y diversión, entre los lugares que ver en Vilna encontrarás la moderna Catedral de Vilna y la histórica Torre de Gediminas, héroe nacional y que brinda las mejores vistas de la ciudad.
La visita a la capital de Lituania no está completa sin pasear por dos de sus grandes emblemas, el barrio judío, hoy un lugar animado con street art que recuerda la masacre que sufrieron y, por supuesto, la curiosa República Independiente de Uzupis, un barrio junto al río que se declaró independiente y que tiene, entre otras cosas, constitución propia, ejército y un montón de curiosidades más. ¡No te lo puedes perder!
Ljubljana (Eslovenia)
La capital de Eslovenia refleja a la perfección lo que es este maravilloso país: tranquilidad, belleza y armonía.
Sus calles flanqueadas por casas de colores de estilo barroco conducen a plazas como la de Levstikov, uno de los centros neurálgicos de la capital junto con el encantador Triple Puente, símbolo local.
Desde allí, puedes caminar hasta la calle Mestni Trg y llegar hasta el bonito castillo, con magníficas vistas de la ciudad, para acabar en el Puente del Dragón, uno de los símbolos más preciados de Ljubljana.
Puedes coger fuerzas junto al río, donde algunas terrazas invitan a detenerse y disfrutar de la pausa de una capital alternativa y calmada.
Ljubljana es un pequeño tesoro, como todo Eslovania, y una de las mejores escapadas para disfrutar de un fin de semana en Europa.
Author: viajerocronico
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