7 motivos para viajar a Islandia en invierno
Islandia es el país de moda, o eso parece. Desde que el Eyjafjallajökull pusiera la isla en el mapa, el interés por visitarlo ha crecido mucho en los últimos años. Sin ir más lejos, 5 socios de Barcelona Travel bloggers han ido en los últimos meses. Seguro que conoces a alguien que ha ido o irá en los próximos meses, aprovechando las vacaciones de verano y el sol de medianoche, ideal para recorrer el país sin preocuparse a qué hora se hará oscuro.
Es cierto que el verano tiene muchas ventajas, pero nosotros que acabamos de volver queremos darte motivos para que plantearte una visita en invierno no te suene a locura. Creemos, no lo es. La Doctora estuvo en septiembre de 2014 y tiene material para comparar.
1. No hace (tanto) frío
“Y un cojón” Lo estás pensando y lo sabes. ICE-LAND, tierra de hielo, “no ase falta desí nada más”. Pero la realidad es que gracias a las corrientes de la isla, la temperatura no es tan extrema como podríamos pensar. Quizás sea por un invierno extremadamente cálido (confirmado por los locales) pero nuestra mínima ha sido de -7°C a principios de enero, cuando muchas capitales europeas como Estocolmo, Berlín o Moscú (dónde sí te plantearías pasar un fin de año) han tenido mínimas de -17°C en los mismos días. Por no hablar de algunos pueblos del centro de España (los que salen cada año en las noticias) que agradecerían tener una temperatura de -1 o -2 grados.
El frío es relativo y si te abrigas por capas, no deberías tener demasiados problemas, ya que sólo lo notas en las zonas expuestas como la cara y las manos al hacer fotos. ¡De aquí mi cara con la nariz y mofletes colorados en todas las fotos!
2. Hay menos gente
Si quieres evitar las aglomeraciones, ir en invierno es un punto a favor. Con esto no queremos decir que no haya turistas, porque en la mayoría de sitios turísticos del sur encuentras autocares de los tours, pero en menor cantidad. Y a la que te alejas del suroeste (la zona más turística de la isla), estarás sólo en la mayoría de las carreteras y sitios.
3. Posibilidad de ver auroras boreales.
Invierno 1- verano 0. Los días son más cortos y hay muchas menos horas de luz que en verano (apenas unas 5 en enero), pero eso significa que tienes muchas más horas con posibilidades ver auroras boreales, ya sea por tu cuenta o uniéndote a un tour organizado (muchos te devuelven el dinero o te reservan plaza de nuevo sin coste si no hay suerte esa noche). Dos notas para evitar frustraciones:
– Pese a que hay sistemas de previsión (te recomendamos la app y mirar Weather.is), no es matemático. No planees el viaje centrándote el 90℅ en las auroras, tenemos conocidos que hicieron un sube-baja a algún país nórdico aprovechando una oferta de vuelos y volvieron a casa con las manos vacías.
– Todos hemos visto imágenes espectaculares y vídeos con grandes luces danzando en el cielo. Aveces son tan débiles que es fácil confundirlas con una nube o contaminación lumínica, como nos pasó a nosotros en Reykjavik.
Así que prepara la cámara y el trípode (nada de móviles con flash, por favor) por si acaso, pues las Auroras son como esos familiares que deciden presentarse en el momento menos esperado, aunque a ellas sí te alegrarás de verlas. Nuestros socios Wanderlust Memories fueron más afortunados que nosotros y tienen un completo post sobre cómo verlas
4. El invierno tiene un color especial
Decían que era Sevilla, pero cuando sale el sol (porque sí, sale e incluso molesta), las blancas montañas nevadas de Islándia se vuelven rosadas por el reflejo de la luz, el agua turquesa y los campos que no están cubiertos de nieve cogen un color anaranjado precioso. ¡No podrás guardar la cámara!
5. Conducir es fácil
La mayoría de nosotros (especialmente si sois urbanitas como nosotros) asociamos la conducción en invierno a carreteras resbaladizas, zonas cortadaa y a la engorrosa colocación de las cadenas antes de cruzar un puerto de montaña. Admítelo, te cuesta hacerlo. Nosotros ni siquiera sabemos, cuándo llegue el momento tendremos que confiar en tener 3G para buscar un tutorial en Youtube.
En Islandia no tienes que preocuparte por nada. Los coches de alquiler vienen equipados con ruedas de invierno (en las que no hace falta poner cadenas salvo en casos muy extremos) que hacen que conducir por las carreteras nevadas (esas que en casa no pisaríamos salvo en caso de emergencia y que cortan el acceso a pueblos) sea un juego de niños, como podéis ver en nuestros vídeos. Ninguno de los dos tenía previa experiencia en conducción sobre nieve y no hemos tenido ningún problema.
Además, el servicio de carreteras es extremadamente eficiente y monitoriza a tiempo real en la web road.is el estado de TODAS las carreteras del país, por lo que es muy recomendable consultarlo cada mañana antes de empezar la ruta.
6. GRATIS
Hemos utilizado la palabra clave, esa que creíamos inexistente en el vocabulario para hablar de Islandia. Pero no lo es en absoluto. Ni se te ocurra comprar agua embotellada, la que sale del grifo (o incluso de los ríos) es totalmente potable y “deliciosa”. Pero a parte del agua (que es tan abundante en este país), están tan acostumbrados al frío que en los bancos y oficinas de servicios (como el alquiler de coches) tienen una máquina de café a disponer con su cuenco de terrones de azúcar y galletitas, para que entres un poco en calor sin abusar, que nos conocemos?
7. Disfrutar de un baño termal
En verano lo último que te apetece es meterte en una poza de agua caliente. Pero la cosa cambia si hace frío, ¿verdad?Sueñas con una reconfortante ducha calentita al llegar a casa. Al ser una isla de origen volcánico, el agua caliente mana directamente de la tierra, por lo que tanto en piscinas de pago como la Blue Lagoon como en pozas naturales gratuitas puedes darte un baño a 40°C. Te avisamos, cuando entres no querrás salir? La página de Hot Pot Iceland recoge en un mapa todas ellas con sus coordenadas, una pequeña descripción y foto. Las naranjas son de pago con servicios como duchas, vestuarios, bar… Mientras que las azules son gratuitas y con mucho más encanto. ¡¡Y creénos cuando te decimos que no hay palabras para describir un baño nocturno entre montañas nevadas sin pasar nada de frío!!
Esperamos al acabar este post tengas tantas ganas de ir a Islandia en invierno como nosotros de volver.
Author: Sara Terrones
Website: http://www.viajarlocuratodo.com
Ya estaba convencida pero me encantan estas razones para viajar al país en invierno, sobretodo esta última que comentas, que me apunto ahora mismito!!! 🙂 Genial post!
Gracias Virginia, de eso se trata, que sea útil! Estudiad la web de Hot Spot como la lista de los reyes godos, os va a venir muy bien!
Geniales razones. Ahora tengo aún más ganas de ir!
Genial post Sara! Lo que más me ha sorprendido es la luz y tonalidad que tienen las montañas nevadas!! Me parece que no voy a tener más remedio que volver en invierno ?
Está claro, ¡hay que volver! Los colores son preciosos!
¡Qué buen post Sara! Yo estuve con unos amigos en mayo de 2015 y me enamoré del país.
Cuando fuimos al norte nos pilló temporal y nos tocó conducir con hielo y nieve, pero como dices, los coches están preparados así que ¡nada que temer! Cuando llegamos a ver la cascada de Dettifoss, había tanta nieve en el camino desde el aparcamiento hasta el mirador de la cascada que juraría estar en Juego de Tronos, en la parte de “más allá del muro”. Después nos fuimos a los baños termales de Myvatn y mientras fuera nevaba y estábamos a -1, el cuerpo estaba calentito en las aguas a 38 grados :D. Fue toda una experiencia, ¡y eso solo fue un día!
Así que a todo el que no haya ido se lo recomiendo. Es un país precioso, la gente es muy muy muy pero que muy amable, y es de los pocos rincones salvajes que nos quedan en Europa. Hay que disfrutarlo antes de que desaparezca por culpa del cambio climático…
Los noruegos tienen un proverbio que dice: “Det finnes ikke dårlig vær, bare dårlig klær”, que traducido es : “No hay mal tiempo, sino ropa inadecuada”. Esto es cierto y lo aprendimos pronto; así que cuando el termómetro baja de cero existe una vestimenta que lllamamos “de cebolla”, o lo que es lo mismo: de muchas capas; los viajeros lo sabemos.
He leído con calma tu artículo y de los siete motivos el que más me atrae es poder fotografiar ese color especial de los inviernos. Me has convencido, en cuanto podamos nos gustaría volar rumbo a Islandia.