Razones para viajar a Moldavia
Bellas y suaves colinas, viñedos, huertos verdes, monasterios religiosos, campos de girasoles y arquitectura soviética. Viajar a Moldavia es una aventura, es un descubrimiento y sobre todo, una experiencia que alimenta. Alimenta el albúm de fotos pero también el apetito con una gastronomía y unos vinos cada vez más populares y reconocidos en el mundo. Moldavia es un país del tamaño de Cataluña pero con la población de Barcelona que se encuentra entre Ucrania y Rumanía. Maneja su propia moneda, no forma parte de la Unión Europea, no cuenta con un turibus y el transporte público no sabes cuándo va a pasar. ¿No es esto una aventura?
Viajar a Moldavia es descubrir un país que a pesar de contar con gruesas capas de historia, está reconstruyéndose después de su independencia en 1991, está creciendo y saliendo al mundo para mostrarse como nunca. ¿Qué te puedes encontrar en Moldavia, qué hacer, qué comer? No te preocupes, desde BcnTB viajamos a Europa del Este con Destino Moldavia y esto encontramos:
Los 10 imprescindibles de Moldavia
- El pasado soviético: La República Socialista Soviética de Moldavia fue el nombre oficial del país hasta 1991 cuando pasó a República de Moldova. Y sobre todo en la capital se puede ver esa huella soviética con edificios de geometrías puras y cubiertas planas, sin adornos. Grandes construcciones y sobre todo, bloques de viviendas muy iguales entre sí. Podrías hacer incluso una ruta para conocer este tipo de arquitectura tan única e interesante.
- El Monasterio de Tapova: Construido en una zona de difícil accesibilidad para proteger a los monjes de posibles invasores, este monasterio tiene huellas de los siglos X y XII. Durante el régimen de la Unión Soviética permaneció cerrado y después de la independencia del país, abrir sus puertas nuevamente a los monjes. Hoy es un ejemplo de religiosidad moldava que se conserva y que se puede visitar.
- Museo Nacional de Etnografía e Historia Natural: el recinto cultural por excelencia del país con las colecciones más ricas y valiosas de Moldavia. Durante casi un siglo se han reunido más de 135.000 piezas de valor que nos ofrecen un viaje por la historia natural, la etnografía, la arqueología, la historia y hasta las tradiciones de la vestimenta moldava. Sin duda, una parada imprescindible que nos acercará más a la identidad de Moldavia.
- Casa-museo “Alexandru Donici” En el pueblo de Orhei se encuentra este espacio dedicado al fabulista moldavo Alexandru Donici, todo un clásico de la literatura. Aquí nació y vivió y en 1977, esta casa se convirtió en museo. Su gran legado se destaca por su trabajo como traductor la revista Moscú Teleskop, traduciendo fábulas de Pushkin y Krilov y otros clásicos de la literatura.
- Orheiul Vechi: Cerca de las aldeas de Butuceni y Trebujeni encontramos este paisaje que tiene como protagonista al río Raut, excavado bajo la forma de un cañón en las capas de piedra caliza. Un complejo museístico de más de 200 hectáreas en donde encontrarás monasterios excavados y restos de varias civilizaciones: una fortaleza geto-dacia del siglo XI a.C., la ciudad tártaro-mongola Sehr al-Cedid (s. XIV) y la ciudad moldava de Orhei (s. XV-XVII). Historia y naturaleza juntos.
- El Fuerte de Soroca: Construida en el siglo XV a orilla del río Dniéster. Se trata de un monumento medieval que formó parte del sistema de defensa de Moldavia. Su particularidad es que es el único monumento moldavo de época medieval que mantiene el diseño ideado por sus constructores, es decir, vale la pena visitarlo. Soroca además, es la ciudad con la comunidad de gitanos más importante del país que vive en lo alto de la colina más alta de la ciudad. Lo hacen en mansiones extravagantes con acabados en oro y plata, columnas y esculturas que sin duda, no dejan indiferente a nadie.
- Artesanía: En Moldavia no hay artesanía más popular que las alfombras, los tapetes, los manteles y derivados. Cuando te casas en Moldavia, la familia y amigos te regalan un lote de alfombras para tu casa que incluso se repite cuando alguien falleces. Las alfombras moldavas tienen una infinidad de usos, de tejidos, de colores que son resultado de una tradición que sobrevive de generación en generación, y que hoy es un símbolo. ¿Qué caracteriza la artesanía de Moldavia? Las flores, y que no hay alfombra que entre flores, cuente una historia.
- Gastronomía: Es gastronomía, vino y naturaleza: enogastroturismo en Moldavia. La cocina aquí es vasta, diversa y sobre todo: tradicional. En Moldavia no llegó la moda del turismo rural, Moldavia es rural y los sabores de su gastronomía también; aquí es común que cada hogar cuente con su huerto e incluso, con su propio viñedo. ¿A qué ya te están dando ganas de ir?
- Campos de girasoles: ¿Te imaginas encontrarte kilómetros y kilómetros de campos de girasoles? En Moldavia las montañas son campos y campos de trigo, hortalizas y millones y millones de girasoles. Si viajar a Moldavia en coche querrás parar cada cinco minutos, simplemente encantador.
- Bodegas de vino: La geografía y el clima de Moldavia son las mejores condiciones para el cultivo de la vid. Llanura fértil y suaves colinas rodeadas de ríos que desembocan en el Mar Negro. Unas dos terceras partes del país se encuentran cubiertas por chornozem, un tipo de suelo negro que contiene material orgánico que permite la retención de agua y una buena circulación de aire, y este es uno de los sellos más destacados del vino de Moldavia, así como sus bodegas subterráneas, entre ellas, la bodega más grande del mundo. ¿Ya te dieron ganas de visitar sus viñedos?
Author: Arlene Bayliss
Website: http://arlenebayliss.com