Visita a Mataró en el cuarto aniversario de Barcelona Travel Bloggers

Algunos socios de la asociación como Perdida entre culturas, Travel to Happiness o el Diario de viaje de Kiana optamos por realizar la excursión del domingo en la localidad de Mataró para descubrir los principales encantos de esta ciudad mediterránea. La localidad costera es la capital del Maresme y se encuentra a unos 20 minutos en tren de Cercanías Renfe desde la ciudad de Barcelona. Es una ciudad que no ha parado de crecer y transformarse a lo largo de los años aunque nunca ha dejado atrás su personalidad propia, su historia y sus tradiciones.
FESTA DEL PORT
La primera actividad del día con la que disfrutamos fue la Festa al Port. Durante todo un fin de semana, normalmente a mitad de junio, todas las empresas del puerto de Mataró ofrecen un programa de actividades para todo tipo de público con el objetivo de disfrutar del mar: kayak, salidas en golondrina y en catamarán, lancha y barco de vela, Paddle surf o Big Paddle Surt, remos o motos acuáticas. Como no podía ser menos, los intrépidos blogueros tuvimos la opción de probar algunas de estas actividades náuticas a lo largo de la mañana.

La segunda actividad náutica conjunta fue un paseo en el laúd Sant Ramón, un barco construido en 1904 que lo mueve una tripulación de diez marineros. Es uno de los barcos de vela latina más antiguos y grandes de los que navegan por el mediterráneo. Esta vez pudimos disfrutar de un agradable paseo viendo el skyline de Mataró e incluso algunos valientes nos decidimos a coger el timón y aprender a dirigirlo.
Después de finalizar las actividades náuticas pudimos hacer un recorrido por el mercado y los puestos de información de las diferentes empresas. Descubrimos que Mataró es una localidad perfecta para realizar tanto submarinismo como ¡Snorkel! y que el fondo marino guarda un bosque de Posidónia oceánica de más de 3.000 hectáreas. Además, el puerto y la zona marítima ofrecen un servicio de restauración con restaurantes de muy alta calidad. Nosotros pudimos degustar un menú mediterráneo en el Nuus Restaurant del Hotel Atenea Park del puerto.

El restaurante es un lugar acogedor y muy bien decorado, que también cuenta con un gran jardín exterior apto para poder comer en los meses de verano. Se basa en una carta de cocina de autor y mediterránea con unos menús diarios muy asequibles (16 y 20 €).
RUTA CULTURAL
Por la tarde tocó la hora de conocer al pueblo. Iniciamos la ruta en la plaza frente a la estación de RENFE y nos dirigimos a diferentes lugares que han marcado el paso de la historia de esta localidad catalana. Un pasado que tiene su origen en la época romana – la Iluro romana– pero también colonial y modernista.

Nuestra primera parada fue el Museo de la fábrica téxtil Can Marfà. Este conjunto industrial, datado de final de siglo XIX, la forman dos grandes naves de planta baja y dos pisos que están conectados por un puente y se conserva una chimenea de la época que engloba este gran complejo. Can Marfà es un gran ejemplo del potencial que tuvo la localidad del Maresme en la época industrial. Pionera en el género de punto, este museo es un testimonio de la evolución de esta industria en la ciudad. Así que los que acudan pueden conocer como eran las máquinas, las condiciones de trabajo de los trabajadores o los productos que se fabricaban.
LA NAU GAUDÍ
Nuestra siguiente parada fue un punto fuerte: La Nau Gaudí. Una guía turística nos hizo una ruta por el recinto y nos explicó alguno de los detalles más importantes de este edificio. Se considera la primera obra arquitectónica realizada por Antoni Gaudí. No fue un encargo oficial de la burguesa adinerada o los estamentos religiosos sino que fue un encargo de la Cooperativa La Obrera Mataronense. Esta nave se construyó entre el 1878 y el 1883 con la finalidad de destinar el espacio al blanqueo de algodón. Lo más llamativo de esta construcción es que utilizó por primera vez los arcos parabólicos como elementos estructurales. Esta solución arquitectónica sería el pilar fundamental de toda la obra de Antoni Gaudí en edificios posteriores. Actualmente es un espacio que ha quedado relegado al arte. Se puede ver el Museo de Arte Contemporáneo y la colección Bassat con exposiciones de arte temporales.

BASÍLICA DE SANTA MARÍA
Después de salir de la Nau Gaudí, nos tocó pasear un poco por el casco antiguo hasta llegar a la Basílica de Santa María. Este edificio es uno de los máximos exponentes que tiene la ciudad del estilo Barroco. Se construyó en el siglo XVII por el arquitecto milanés Ercole Turelli.

Entrar allí es como si una persona se teletransportase hasta la mismísima Italia y la verdad que, tanto su exterior como su interior, no tiene nada que envidiar a ningún edificio italiano. Esta iglesia está construida dentro de una antigua iglesia gótica del siglo XV y en su interior guarda excepcionales muestras de arte barroco en la Capilla de los Dolores y pinturas auténticas de Antoni Viladomat. La guía turística nos estuvo explicando parte de su historia y como secreto descubrimos que en su interior alberga el órgano más grande de Catalunya. Una joya que recomendamos si pisas Mataró.
LA CASA COLL I REGÀS
El casco antiguo de la ciudad no únicamente guarda vestigios de edificios barrocos. En nuestra última parte del día, nosotros también pudimos hacer un recorrido por los edificios modernistas que, gracias a la Revolución Industrial, tuvo su auge a principios el siglo XX. La ciudad experimentó un crecimiento de su población y muchas de estas personas fueron burgueses que se instalaron en la ciudad.

Uno de sus máximos exponentes del modernismo en Mataró fue Josep Puig i Cadafalch. La ciudad costera es donde nació y donde se formó. Cuando se graduó fue el arquitecto municipal de la ciudad entre 1892 y la 1896. Por ese motivo, la ciudad conserva un legado importante de su primera etapa arquitectónica. En el recorrido pudimos ver el edificio del mercado El Rengle, la tienda La Confianza, la Casa Parera y pudimos visitar de forma exclusiva la Casa Coll i Regàs. Esta casa es la obra más representativa del Modernismo en Mataró y fue un encargo de Joaquim Coll i Regàs, un empresario maratonés. Aunque es un edificio de cuatro plantas, solamente pudimos maravillarnos con la planta baja porque el resto está en rehabilitación. Lo más llamativo del edificio es su fachada, elaborada al estilo de los Países Bajos, una cornisa escalonada y columnas salomónicas. Los esgrafiados y la cerámica vidriada que adornan las paredes interiores son de temática téxtil.

La entrada así lo dictamina con la Filosa, una mujer con una bobina de hilo y rodeada de balanzas da las connotaciones al visitante de que allí se alojó uno de los grandes empresarios del género de punto. Su interior es majestuoso y lleno de detalles en los que uno se da cuenta que ha dejado de ser una vivienda para convertirse en una obra de arte.

Queremos agradecer al Ayuntamiento de Mataró, el Consorcio de Costa Barcelona Maresme y Barcelona és molt més por permitirnos realizar esta jornada conociendo todos los encantos de Mataró.

Author: Nuria Altabella
Website: http://www.perdidaentreculturas.com
Me hubiese encantado acompañaros en el laúd Sant Ramon y ver el skyline de Mataró. Pero lo que de verdad me ha gustado es la explicación que nos das de esta visita cultural a la ciudad. Conozco alguno de los edificios por haber pasado delante de ellos, pero nunca he podido visitarlos. Todos los datos que aportas son muy didácticos y me ayudan a comprender el valor histórico que tienen. La casa Coll i Regàs, preciosa.
Bon profit !!!! por esta comida que degustasteis; conozco ese restaurante en el paseo Marítimo y tiene precio-calidad bueno.
Sinceramente recuerdo cuando visité este lugar, sin duda alguna fue una de las mejores experiencias de mi vida, Pude conocer bastantes restaurantes e incluso encontrarme con personas muy cariñosas, disfruté muchísimo la calidad de la comida y la calidad de lugares que se encuentran situados allí. En Barcelona hay un restaurante muy famoso creo que son estas personas si mas no recuerdo https://www.labonapizzabcn.com/es/ la verdad es que en mi visita ellos alegraron más mi viaje con sus sorprendentes pizzas y menús, de verdad Barcelona es un lugar mágico. ¡Muy buen post!