Visitar Monasterio de Piedra

Visitar Monasterio de Piedra, cerca de Nuévalos, en la comunidad de Calatayud, en Zaragoza, es llegar a un lugar donde el tiempo y el agua tienen mucho que contar. De ello pueden dar buena cuenta algunos socios de Barcelona Travel Bloggers y Madrid Travel Bloggers, las dos asociaciones, que hermanadas acudieron a pasar un fin de semana a este complejo turístico.

Monasterio de Piedra es un hotel-monumento que concentra historia, gastronomía y naturaleza y que brinda un buen número de planes para no aburrirse.  El Hotel se encuentra en un complejo patrimonial de primer nivel, declarado como Bien de interés cultural; se trata de un monasterio cisterciense que data del siglo XII y como hiciera Umberto Eco en El Nombre de la Rosa os descubrimos algunos de los secretos que esconde.

Historia

Doce mojes y un Abad, que provenían de tierras catalanas se trasladaron desde Cataluña a estas tierras para consolidar la fe cristiana y tardaron 23 años en construir el monasterio, siguiendo la estructura de otros monasterios cistercienses: Una iglesia con su claustro, bodegas y cilleros, la cocina, el refectorio y el calefactorio, que no era cuestión de pasar frío. Los monjes vivieron aquí durante 650 años hasta la Desamortización de Mendizábal.

Hoy en día, las ruinas que se conservan pueden ser visitadas en una visita guiada, alrededor del claustro de planta rectangular y ajardinado con una fuente en el centro que parece marcar el paso del tiempo.

Algunas maravillas destacables del complejo cisterciense son la Sala Capitular, que era donde se reunían los monjes; un altar barroco dedicado a San Benito, fundador de la orden; la Abadía, una iglesia sin bóveda, que se derrumbó tras su abandono; la cilla que era el granero monacal y que hoy se utiliza para exponer cómo era la vida de estos monjes y a modo de museo.

Parque Natural

Su Parque Natural es como para perderse entre bellezas naturales ordenadas por la mano del hombre; naturaleza exultante y el agua como hilo conductor. Agua que cae en cascadas sucesivas, todas ellas, todos los rincones, con nombres bucólicos, el Baño de Diana, una pequeña cascada de aguas blancas y espumosas, la alta Cascada Caprichosa o la famosa Cola de Caballo, ambas con sus miradores de dónde se resisten a marchar los visitantes alumbrados, hipnotizados, por la caída y los saltos de agua. Durante el paseo también se rodean lagos y algunos estanques con truchas más propios de un cuento de hadas que de la realidad.

Actividades

La exhibición de aves rapaces, no hay que olvidar que estamos en tierra de buitres, es la joya de la corona en cuanto actividades que se pueden realizar en Monasterio de Piedra. Dsifrutarás del vuelo de las aves, siempre desde una perspectiva de respeto por las aves y buscando la educación del público. Y creednos es impresionante ver un buitre volar por encima de las cabezas de los asistentes. Aquí los buhos, los halcones, los buitres y las águilas son las verdaderas protagonistas.

Si quieres relajarte, nada mejor que las instalaciones de spa, con más de 500 m2 de disfrute entre aguas que burbujean, que salen a chorro, que son frías pero calientes, que juegan con el cromatismo para que puedas olvidar el estrés semanal. Cabinas de masajes y saunas, finladesa o turca, para un estado de óptima relajación y bienestar.

Si buscas otros placeres que tengan que ver más con el paladar, puedes disfrutar de la gastronomía en el restaurante medieval y rural, Reyes de Aragón, o conocer el arte del vino en el espacio del granero o, incluso, disfrutar de una cata, como hicieron nuestros viajeros, de vinos de Denominación de Origen de Aragón con Vinos Divertidos.

Y un último secreto para los más golosos… La cocina monacal de la Abadía fue la primera donde se cocinó el chocolate en Europa.

En fin, como veis, nos lo volvimos a pasar muy bien en otro viaje de Barcelona Travel Bloggers. Nos guardamos algún pequeño secreto para que lo podáis descubrir en vuestra propia visita al Monasterio de Piedra.

ASISTENTES

Miryam Tejada del blog A donde quiera que vaya

Daniel Murillo, Ingrid Molano y Valentina Murillo del blog The Backpack Traveller

José alejandro Adamuz del blog Ahora toca viajar

Marta Aguilera del blog La Mochila de mamá

Patricia Velasco del blog De Ilusión a recuerdo

Jesús Ángel López del blog Turistilla

Katerina Hrynevych del blog Viajamos juntos