HOMENAJE A ÒDENA

La Conca d’ Òdena -de la que hemos oído hablar muy a menudo estos últimos días- está situada en el sector central de la comarca catalana de l’Anoia. Está formada por nueve municipios: Igualada, la Pobla de Claramunt, Capellades, la Torre de Claramunt, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui, Jorba, Sant Martí de Tous y la propia población de Òdena. Una encantadora localidad a la que hoy le vamos a dedicar este post.
Quizás ya la hayas visitado alguna vez, pero si es que todavía no la conoces te animo a que, cuando todo vuelva a la normalidad, no dudes en ir a visitarla. Descubrirás un lugar que une patrimonio y naturaleza, además de regalarte unas fantásticas vistas panorámicas sobre toda la zona, y ofrecerte la posibilidad de acercarte al aeródromo próximo y darte una vuelta en globo.
¡Por cierto! Para los más curiosos, el nombre de Conca d’ Òdena se corresponde con la definición geográfica de la hondonada que el curso del río Anoia ha ido abriendo en la Serralada Prelitoral, y que caracteriza la geografía de toda esta zona central de la comarca.
Una montaña blanca conocida como “la guixera”
Una de las primeras curiosidades visuales que tendrás cuando alcances a ver la población desde la autovía es el color de la montaña sobre la que se ubica parte del núcleo antiguo de la población. Se trata del Turó d’Òdena, una pequeña colina conocida como “la guixera”, formada por piedra de yeso, lo que le da ese color blanco característico.

Su propio castillo en “Terra de castells”
Como ocurre en la mayoría de poblaciones de esa parte de l’Anoia (conocida como “Terra de castells”), Òdena también tiene su propio castillo, o los restos que quedan de él. Su origen data del siglo X y formó parte de un sistema defensivo constituido por otros seis (todos ellos comunicados visualmente), que incluía el de Tous, el de Montbui, el de Claramunt, el de Orpí, el de Castellolí y el de Jorba.
Construido entre dos terrazas de la colina, la parte más elevada (actualmente desaparecida) era la zona residencial y donde estaba la primitiva iglesia de Sant Pere, de estilo románico. En la parte más baja estaba la torre de defensa y el antiguo núcleo urbano, habitado hasta finales del siglo XIX. En la actualidad solo se conserva una parte de la muralla y la torre albarrana, con una curiosa planta poligonal de once lados iguales en el exterior, y circular en el interior.

Tal y como explican en el cartel informativo que hay al pie de la torre, en sus orígenes se podía acceder a su interior a través de una escalera manual que llegaba hasta la puerta de entrada, situada a tres metros de altura. El tener el acceso principal a esa altura hacia que la torre fuese prácticamente inexpugnable. Actualmente, se puede acceder fácilmente a través de una escalera exterior adosada al monumento.
Si alguien está interesado en saber más sobre el Castell d’Òdena, se realizan visitas guiadas cada cuarto domingo de mes, así como en otros cuatro castillos de los que formaban parte de la misma línea defensiva, que he comentado anteriormente.
Òdena y su curioso núcleo antiguo
Respecto al núcleo antiguo os puedo asegurar que es un lugar de lo más curioso, a pesar de su abandono. Situado en la parte alta de la colina, está formado por las ruinas de las calles y casas que formaban parte del núcleo primitivo.

A pesar de su estado ruinoso, y de estar invadido por la vegetación, todavía se distingue perfectamente el trazado original de las calles (algunas de ellas estrechas y empinadas), así como muros y arcos de piedra de las estructuras de las casas, algunas de las cuales estaban excavadas en la propia roca de yeso.
Una ermita casi milenaria
Para finalizar este rápido recorrido por Òdena, nos paramos frente a la ermita de Sant Miquel. Conocida inicialmente como Sant Miquel d’Ullastre, data de 1076, y se construyó gracias a un legado testamentario entregado dos años antes por Ramon Aguilera de la Costa en nombre del alma de su padre fallecido.
A inicios del siglos XVII la ermita inició su decadencia, que se incrementó cuando en 1647, durante la Guerra dels Segadors, los franceses la profanaron y se llevaron todos los bienes que los vecinos de Ódena guardaban en su interior.

El edificio es muy austero, de nave única y ábside de planta semicircular. Dado el grosor de los muros, solo tiene una puerta de acceso y una única ventana, además de presentar una decoración lombarda de lo más simple.
Una de sus curiosidades es la orientación de la construcción, basada en criterios climatológicos en lugar de litúrgicos (como ocurre en gran parte de las iglesias de estilo románico de la zona). De ahí que el ábside esté orientado a levante con la finalidad de proteger el acceso al templo de los vientos fríos del norte, y mantenerlo bajo la radiación solar la mayor parte del día.
La fira dels torrons de sant Sebastià
Y por último, una pincelada de gastronomía y cultura popular.
De entre las diferentes festividades de la población os puedo recomendar la Fira dels torrons, que se celebra alrededor del 20 de enero, coincidiendo con la onomástica de Sant Sebastià, y está considerada como la “Festa major d’hivern” de la población.

Su origen está en la celebración de un pequeño mercado ganadero unido a una celebración religiosa que congregaba personas de toda la comarca. Aprovechando el encuentro, las calles se llevaban de vendedores ambulantes, entre los que destacaban los artesanos confiteros y turroneros, que acababan de vender los restos de mercancías que todavía les quedaban de la campaña navideña.
Además de los puestos de turrones, pasteles y gastronomía de la zona, también se instalan otros de artesanía, y la plaza principal se llena de gentes que participan en toda una serie de juegos tradicionales, tales como el de “la cucanya”, que si no sabes de qué se trata, ya tienes otro motivo más para ir a conocer la población.
Cómo llegar
Por el centro de Òdena pasa la carretera C-37 de Manresa a Montblanc, y en su sector meridional está la autovía A2 Barcelona-Lleida, que tiene salida directa. Desde la Ermita de Sant Miquel se puede llegar fácilmente hasta el aeródromo General Vives Igualada-Òdena, a través de la BV-1106.
Para ampliar información, puedes visitar la web de Anoia Turisme y la de Barcelona és molt més.
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Author: Conxita Piñero
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